¿Qué son?
Los cactus son una familia de plantas con flores
dentro de las que se encuentran los conocidos nopales. Esta familia es
exclusiva de América. La familia se divide en tres grupos: El primer grupo
incluye los nopales (del náhuatl nopalli, de nochtli,
tuna y palli, hoja), y el xoconostle (del náhuatl, xococ,
agrio y nochtl, tuna, “tuna agria”), de tallos aplanados como
raquetas y con frutos conocidos como tunas. También se incluyen las chollas y
tencholotes, de tallos cilíndricos delgados cubiertos de espinas.
¿Cuántos hay?
Existen alrededor de 1,400 especies
de cactáceas en el mundo (Mabberley 1997), de las cuales 669 son mexicanas (Guzmán et
al. 2003) y 518 endémicas.
¿Dónde viven?
Viven principalmente en zonas donde existe escasez de humedad, pero
algunas también se encuentran en lugares cálidos y húmedos.
En los desiertos Chihuahuense y Sonorense, así como
algunos valles de Hidalgo y Querétaro se encuentra cerca del 60% de los
géneros de México, de los cuales, 25% son propios o exclusivos del país. Además
cerca del 44% de los cactus mexicanos crecen sólo en esta extensa región, de
las cuales posiblemente más de 400 son propios de México (Arias, 1997). También
en la región de Tehuacán-Cuicatlán, en los estados de Puebla y Oaxaca existe
una gran diversidad de cactos.
¿Cómo
son?
Como parte de sus adaptaciones a la vida en climas
secos, su cuerpo está formado de un tallo columnar, esférico o aplanado que
está engrosado debido a que los tejidos de almacenamiento (parénquima) están
muy desarrollados. Esta forma les sirve para almacenar nutrientes como agua y
sales minerales. Las hojas están modificadas generalmente en espinas o en hojas
muy pequeñas, con esto se reduce la pérdida de agua Con las espinas se protegen
contra depredadores, ayudan a la dispersión cuando se adhieren a la piel de
algún animal, producen sombra y dan protección al tallo reflejando los rayos
del sol, incluso pueden formar una coraza, la cual condensa la humedad y la
dirige hacia las raíces (Arreola, 1997).
¿Cómo viven?
Los cactus son muy importantes en los ecosistemas
secos (áridos) ya que dan protección a gran cantidad de especies. Muchas aves,
reptiles y mamíferos utilizan sus ramas, troncos y raíces para hacer sus nidos
y madrigueras. Sus hermosas flores y apetitosos frutos alimentan a gran
diversidad de insectos, aves y murciélagos. Además, protegen el suelo contra la
erosión y captan el agua y la humedad. Muchas especies de cactos crecen bajo la
sombra y protección de otros arbustos conocidos como “nodrizas”.
¿Cómo
los usamos?
Los cactos tienen gran importancia económica debido
a su valor alimenticio y ornamental. Los nopales, que incluyen alrededor de 82
especies en México, han sido utilizados como alimento desde la llegada de los
humanos al continente americano. De sus tallos jóvenes se obtienen los
deliciosos nopalitos y el dulce de acitrón. Sus frutos verdes y rojos,
conocidos como tunas, con gran cantidad de pequeñas semillas, se consumen
directamente o se utilizan para producir melcocha o queso de tuna. El fruto
agrio del xoconostle se utiliza en la elaboración de salsas o de dulce
cristalizado o deshidratado.
En sus tallos vive la grana cochinilla o nocheztli,
“sangre de tuna”, un pequeño insecto, que desde tiempos prehispánicos ha sido
utilizado para colorear los hermosos sarapes de Oaxaca. La savia o “baba” del
nopal se ha utilizado para dar un acabado brillante a las paredes de los
conventos y de muchas casas.
Los nopales ocupan un lugar central en el emblema de nuestro país y en
el origen de la fundación de Tenochtitlan (del náhuatl tetl,
piedra, nochtli, tuna, y tlan, abundancia), en 1325. Los aztecas
también utilizaban nopales para muchos remedios medicinales, incluyendo labios
partidos, diarrea, limpieza de infecciones, exceso de bilis, inflamaciones,
hernia y úlceras estomacales. Actualmente, se están reconociendo algunas de sus
propiedades medicinales y nutricionales.
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